Una mujer encerró a su hijo en una pieza durante 33 años para protegerlo de extraños


Durante 33 años y en una habitación de 10 metros cuadrados una mujer recluyó a su hijo para “protegerlo del mundo exterior”, según contó la propia la víctima (ahora un adulto) en un video difundido este jueves por un portal de Rusia, país en donde transcurrió esta historia.

Sucedió en la ciudad de Saratov, en el sur del país, cuenta el portal de noticias Lifenews.ru.

Dimitri Kuvaldin recuperó su libertad al fallecer su progenitora. El hombre contó que su madre lo encerró cuando tenía siete años, tras haber aprendido a escribir y a leer en la escuela, previo paso por una guardería.

Tras la muerte de su padre, cuando su madre regresó del funeral contempló cómo unos niños se burlaban de su hijo en plena calle y decidió entonces que su hijo nunca volvería a ser víctima de los abusos de otros niños, por lo que comenzó su encierro, que se prolongó durante 33 años, según explicó Dimitri.

La víctima no recuerda demasiadas cosas de su infancia, en la que tuvo tiempo de leer grandes obras de la literatura rusa y a autores como Constantin Stanislavski. Tras recuperar la libertad, trabajó como repartidor de correo, recibió una modesta pensión por discapacidad y aún mantiene una amplia biblioteca de títulos literarios de la época soviética y una excelente colección de coches de juguete, que siguen siendo una de sus pasiones.