El Rokurokubi es un yōkai que se encuentra en el folclore japonés. Durante el día parecen seres humanos normales, pero por la noche que adquieren la habilidad de estirar su cuello para grandes longitudes como una serpiente. También puede cambiar su rostro al de un espantoso oni (ogro japonés), para asustar mas a los mortales. Debido a un error de Lafcadio Hearn en su libro Kwaidan: Historias y estudios de cosas extrañas, estas criaturas se confunde a menudo con la nukekubi, quien no posee cuello.
En su forma humana durante el día, los rokurokubi suelen vivir desapercibidos y pueden tener incluso cónyuges mortales. Muchos rokurokubi están tan acostumbrados a llevar una vida normal que hacen lo imposible para guardar su condición sobrenatural en secreto. Pero son embaucadores (Trickster) por naturaleza, y tienen la necesidad de asustar y espiar a los seres humanos que les es difícil de resistir. Algunos rokurokubi solo se muestran a los humanos cuando están borrachos, drogados o ciegos para poder satisfacer esta tentación sin que sepan quienes son. Otros no se preocupan de guardar el secreto y asustan a cualquiera sin que les importe que los reconozcan. Se dice que uno puede ser un rokurokubi sin conocer su propia naturaleza, creyendo ser seres humanos realmente, y solo se transforman en las noches mientras duermen de manera inconsciente, recordando que en sus sueños veían la habitación o de otros lugares en un ángulo extraño.