El mito se centra en el séptimo hijo varón de la familia, quien rondando la adolescencia toma forma de lobizón durante las noches de luna llena. Éste, recupera su vida como humano durante el día.
La única forma de acabar con la maldición, es bautizandolo en siete iglesias diferentes.
A causa de esta leyenda, fueron muchas las familias que abandonaron o mataron a sus séptimos hijos varones, por temor a que la leyenda tomara forma.
En el año 1973, el Presidente Perón, mediante el decreto 848, les dio privilegios a los séptimos hijos varones, becándolos para que realicen todos sus estudios ya sean escolares o universitarios, y decretando también que el presidente de la Nación debía ser su padrino, interrumpiendo así una leyenda que llevó a la muerte y al abandono de muchos chicos.
Desde la clínica, la descripión del hombre lobo tiene sus raíces en una enfermedad patológica denominada Licantropía, en donde la persona afectada alucina que es o que puede convertirse en un animal salvaje.
Los dejo con un video que relata esta historia.